Organizaciones de jubilados de Junín reclamaron la semana pasada a la empresa Clínico Médico Quirúrgica Sanatorio Junín S.A. (más conocida como Sanatorio) de esa ciudad que amplíe convenios con el PAMI para poder acceder a sus servicios como lo venían realizando hace años. Mientras que unos servicios se siguen prestando a PAMI, otros como la internación están excluidos y no hay ninguna explicación de porqué no prospera el acuerdo, pese a las beneficiosas ofertas que habría realizado la obra social. Algunos jubilados incluso consideran que tienen un derecho adquirido.
Junín es una de las ciudades más pobladas de la región noroeste de la provincia. Entre sus más de 100 mil habitantes, hay unos 18 mil jubilados. Por un lado la ciudad tiene los servicios de salud privados con mayor jerarquía en la zona, pero acceder a la salud es mucho más complejo para quienes no tienen obra social, o como en este caso, tienen la obra social del Estado para jubilados.
Durante la protesta los adultos mayores entregaron un petitorio a las autoridades, fue cubierta por Canal 10 de esa ciudad y los jubilados explicaron ante las cámaras lo que sucede, asimismo algunas personas dieron su testimonio.
La manifestación fue organizada durante una asamblea en la que participaron diversas entidades de personas de la tercera edad. Entre ellas el Centro de Jubilados «Crear Fantasía», Centro de Jubilados «Emilio Mitre», Centro de Jubilados «Veteranos de Junín», Asociación Civil Sumarte Mas, Club de los Abuelos, Santa Agustina, Centro de Jubilados «Siempre Primavera», Centro de Jubilados Multisectorial de Junín.
Representantes de estas organizaciones explicaron que algunas prestaciones están actualmente ofreciéndose sin inconvenientes, como es el caso de terapia radiante, neurocirugía, cardiología, las de más complejidad. «Precisamos las internaciones, están en el nivel 2 y para esta época del año en virtud de enfermedad es la que más necesitamos«, reclamó Ramón Esquivel, uno de los representantes.
«Cada vez que hacen una propuesta el Sanatorio corre el arco, estamos siempre en el medio y no tenemos asistencia«, sostuvo en referencia a que Sanatorio cambiaría las condiciones cuando desde la obra social formalizan las propuestas. Desde PAMI, explicaron los manifestantes, todo se cumple con normalidad por lo que el reclamo se centra en la actitud de la empresa. Muchos de los afiliados de la Obra social ya venían atendiéndose durante años en este lugar: «los compañeros están preocupados«, señalaron a Canal 10.
Reconocieron que mantuvieron diálogos con directivos de la empresa, pero que «siempre hay una cosita distinta en cada ocasión y no sabemos si es una discriminación, una falta de respeto, una falta de voluntad de cumplir el juramentos que han hecho«. De parte de la obra social PAMI, explicaron, Sanatorio recibe un desembolso mensual de más de 40 millones de pesos.
La manifestación, explicaron estos activistas de la tercera edad, fue organizada durante la semana anterior con una asamblea en la que se decidió cómo avanzar. Ahora se encuentran aguardando la respuesta. Otras acciones, incluyendo legales, podrían decidirse o tomarse en función de cómo siga este panorama. En cuanto a lo legal, una de las presentes recordó que «tenemos un derecho adquirido«.
Otra manifestante, también incorporó su testimonio a las cámaras informando la gran demanda que existe hacia el hospital público. Pese a ser el municipio más poblado del noroeste bonaerense, Junín no posee un hospital de administración municipal, y el hospital que existe es el regional, administrado por la provincia y que recibe derivaciones de todo el sistema público municipal de la región sanitaria.
La empresa Sanatorio fue noticia hace poco cuando en Chacabuco estuvo a punto de cerrar la administración de la única clínica privada de la ciudad. Llegó a notificar despidos y la gravedad de la situación ameritó la intervención del sector público ante la amenaza de perjudicar las fuentes laborales.
La relación entre lo público y lo privado en materia de salud es tema de profundo debate. Actualmente, muchas empresas de salud y obras sociales se dirige a seleccionar las prestaciones de acuerdo a la rentabilidad, y no al criterio médico. De manera que todo aquello que sea no-rentable es lo público quien debe dar respuesta. La pandemia constituyó un gran episodio para analizar lo sucedido.