El canciller ruso, Serguei Lavrov se encuentra de visita en Brasil donde «agradeció» los esfuerzos del país para poner fin a la guerra en Ucrania. Se entrevistó con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que busca mediar en el conflicto junto a China, país este del que Da Silva acaba de llegar. A poco de asumir, el presidente Brasilero movió sus relaciones y retomó su política de trabajo junto a los BRICS, el bloque de trabajo que reúne las economías que se creen dominarán el mundo en el futuro (Brasil, Rusia, India y China principalmente).
«Estamos interesados en que el conflicto ucraniano termine cuanto antes», dijo Lavrov en conferencia de prensa conjunta con su par brasileño Mauro Vieira, antes de su entrevista con Lula.
El canciller del presidente ruso, Vladimir Putin, reiteró que su país quiere garantías de que Ucrania no se convierta en una amenaza a la seguridad de Rusia, así como proteger las vidas y los derechos de la población rusoparlante del este y sur de Ucrania.
Lula regresó ayer a Brasil luego de realizar una visita a China, un aliado de Rusia, donde acusó a Estados Unidos y a Europa de prolongar el conflicto con sus entregas de armas a Ucrania y dijo que es necesario obligar a Moscú y a Kiev a negociar y terminar la guerra.
Además de haber provocado miles de muertos y gran devastación, el conflicto iniciado en febrero de 2022 ha disparado los precios de los alimentos y la energía en todo el mundo, justo cuando la economía global buscaba recuperarse del golpe del coronavirus.
Lula ha presentado una propuesta de paz que incluye que Ucrania ceda Crimea, la península que Rusia se anexó en 2014, que Moscú devuelva los territorios conquistados desde que invadió Ucrania el año pasado y la OTAN dé garantías de seguridad a Rusia.
Brasilia es la primera escala de una gira de Lavrov por América Latina que incluirá visitas a Venezuela, Cuba y Nicaragua.
«Estamos agradecidos a nuestros amigos brasileños por su excelente comprensión de la génesis de esta situación (en Ucrania), agradecidos por su voluntad de contribuir a la búsqueda de vías para resolverla», dijo Lavrov junto a Vieira.
Por su parte, el canciller brasileño comentó que Lavrov extendió a Lula una invitación de Putin para que realice una visita oficial a Moscú.
«Vamos a trabajar para definir una fecha conveniente para ambas partes», dijo Vieira, informó la agencia de noticias Sputnik.
Brasil rechaza las sanciones impuestas a Rusia por las potencias occidentales, que, según dice, agravan las consecuencias económicas de la propia guerra, y pide garantías a la OTAN de que no seguirá buscando su expansión hacia el Este.
Vieira reiteró la intención de Lula de impulsar negociaciones entre Moscú y Kiev facilitadas a través de un grupo de países.
Por su parte, Lavrov destacó la similitud de «las visiones de Brasil y Rusia» y aseguró: «Estamos alcanzando un orden mundial más justo, basado en el derecho».
Lavrov reiteró que el mundo está en camino de un «orden multipolar» que reemplace la hegemonía global de Estados Unidos y afirmó que su gobierno tomó nota de la propuesta formulada por Brasilia para poner fin a la guerra.
La propuesta de Lula para encontrar una solución al conflicto ha despertado preocupaciones por lo que algunos en Estados Unidos y Europa ven como posturas antioccidentales.
Durante su visita al presidente chino, Xi Jinping, la semana pasada, Lula propuso en Beijing crear un grupo de países similar al G20 para mediar entre Rusia y Ucrania, que incluiría a China.
Pero causó inquietud en Occidente cuando acusó a Washington de «incentivar» la guerra y afirmó que Estados Unidos y Europa «necesitan comenzar a hablar sobre la paz».
Durante una visita a Emiratos Árabes Unidos tras su paso por China, el fin de semana, también reiteró su opinión de que Ucrania comparte con Rusia la culpa de la guerra, algo que el país invadido rechaza con vehemencia.
Rusia sostiene liderar una lucha contra el dominio de Estados Unidos en el escenario mundial, y argumenta que la ofensiva de Ucrania es parte de eso.
El viaje de Lavrov se produce después de que el principal asesor de política exterior de Lula, Celso Amorim, se reuniera con el presidente Putin en el Kremlin