Ayer se celebró uno de los encuentros empresarios más importante, el de la Unión Industrial Argentina. Una entidad que reúne a las firmas más importantes del país con capacidad e intención de incidir en las decisiones del gobierno nacional y otros. Al espacio suelen concurrir asiduamente los presidentes y otros políticos tanto del oficialismo como la oposición, principalmente los de Juntos Por el Cambio. La expectativa por Milei (que en su campaña dijo que promovería al sector privado) ayer se vio frustrada por la concurrencia en su reemplazo de quien sería la Canciller, Diana Mondino. No formuló precisiones económicas ni compromisos con el sector. Milei en cambio, permaneció en el Hotel Libertador, donde delinea la versión final del gabinete.
Daniel Funes de Rioja, presidente de la UIA) sostuvo durante el encuentro que «la industria espera anuncios y señales claras«, y argumentó que «sin estabilización macroeconómica nada puede crecer en la Argentina más que la inflación y los problemas«. Estas declaraciones las realizó a la prensa en el marco de la 29° Conferencia Anual de la UIA que tiene lugar hoy en el Centro de Convenciones de Buenos Aires.
Otro que fue partícipe del encuentro fue Axel Kicillof, quien opinó que las definiciones del presidente electo son cambiantes y se sumó a la preocupación por la falta de definiciones. Otro que se expresó en sintonía fue el gobernador electo de Chubut.
El titular de la UIA sostuvo que «estamos en una situación donde sin reservas y sin dólares, vamos a pasar como dijo el Presidente (por Javier Milei) momentos difíciles».
En esa línea, expresó que «la industria espera anuncios y señales claras«, y agregó respecto de las expectativas del sector que esperan «señales claras de hacia dónde quiere ir. Si no tenemos estabilizaciones macroeconómicas, nada puede crecer en la Argentina más que la inflación y los problemas«.
Funes de Rioja dijo también que hoy «la industria está en su día más importante del año, porque hemos convocado a gobernadores, hemos convocado sectores empresariales de las distintas regiones y de los distintos sectores de lo que es el presente y lo que esperamos sea el futuro productivo. Y hemos convocado a los representantes más importantes del nuevo gobierno, el que se va a incorporar en los próximos días«.
Además consideró como un problema grave la inflación y la falta de insumos que le reclama este sector al gobierno para poder trabajar. Y opinó sobre la posibilidad de una recesión en un panorama inflacionario: «recesión no es que va a haber, está habiendo y se va a pronunciar«.
Para los titulares de empresas, un punto de importancia en un escenario de estas características son los juicios laborales. Por eso el gobierno tiene en agenda para ofrecerles en el menú, cambios en la legislación laboral para que las empresas no le salga tan costoso despedir a los trabajadores.
Por eso puntualizó que «en el sector privado industrial tenemos un diálogo con los sindicatos, los sindicatos entienden igual que nosotros, que si uno no tiene materia prima o no tiene determinados insumos, no puede producir«, pero diferenció que: «si ustedes me dicen toda la industria va a parar, tranquilo. Paso a paso«. No precipitarse puede ser clave para este sector.
Otro punto que demandan estas grandes empresas desde hace tiempo es que no existan controles de precios. Estos controles no abarcan solo a controlar precios en las góndolas o programas de acuerdo para artículos de primera necesidad. También sería el fin de análisis económicos que se realizan para saber cómo se compone el precio de los productos, y por lo tanto, saber qué márgenes de ganancias tienen estas empresas que tienen posiciones dominantes en el mercado.
Por eso recibieron con beneplácito el anuncio del cierre de la Secretaría de Comercio. Funes de Rioja comentó: «nosotros nunca estuvimos de acuerdo con los controles de precios, porque creemos que la economía tiene que ser transparente, tiene que ser dinámica, tiene que reflejar los costos y, además, hay también un factor importante, el propio mercado, el consumo lo necesitamos, por ende, la gente tiene que consumir«.
Sin embargo, cuestionó que «acá venimos de un sistema de control de precios muy fuerte y muy generalizado, ni siquiera selectivo«. Esto sería impreciso ya que al actual gobierno no lo caracterizó el control de precios a través de la Secretaría de Comercio Interior.
Asimismo, en relación con posibles cortes en las líneas de producción, dijo que «han empezado, pero no generalizados, pero por lo pronto tenemos por delante un mes de enero que siempre entre enero y primeros días de febrero hay cortes de producción por mantenimiento, vacaciones de personas, etc.».
Finalmente, respecto de la posibilidad de una reforma laboral, argumentó en favor de una «modernización laboral», nombre que le otorgan al cambio de leyes laborales que faciliten el despido. Dijo: «nosotros queremos adaptación a las nuevas realidades laborales. Hay nuevas realidades laborales, tenemos una ley de contratos de trabajo de los años 70 y convenios colectivos algunos de los años 70 que no responden a la realidad actual«.