Cristina Kirchner encabezó hoy el acto por los 20 años desde que Néstor Kirchner asumiera la presidencia en el año 2003, un 25 de mayo producto del adelantamiento de las elecciones que tras la crisis del 2001 se fijaron para noviembre de 2022. Pese a que había una gran expectativa que justificaba aguantarse la lluvia, no hubo definiciones sobre candidaturas. Pero tampoco contestó negativamente a los pedidos de «una más y no jodemos más» que se referían a que una vez más acepte ser candidata. Otros, en cambio, creyeron ver fuertes símbolos en quienes completaban el cuadro que captaba la televisión: Eduardo «Wado» de Pedro, Sergio Massa y Axel Kicillof. También Máximo Kirchner y Alicia Kirchner. Se destacó muy especialmente la participación de los nietos de la presidenta que la acompañaron arriba del escenario.
En su discurso hubo una clara referencia a la necesidad de un programa de gobierno que en lo económico proponga la industrialización del país. Incluyó un capítulo de autocrítica cuando recordó que durante su gobierno el conflicto con las entidades agropecuarias fue un grave error. Asimismo llamó a terminar con la idea que pensar distinto en política signifique la eliminación del otro. Otro punto fuerte fue el mensaje dirigido a la actual Corte Suprema que consideró «mamarracho», y realizó un llamado a democratizar el poder judicial en un próximo gobierno.
Renovar el pacto democrático
Esta fue su primera aparición en un acto masivo tras el atentado que sufrió el 1º de septiembre del año pasado. En esta oportunidad retomó la idea de «renovación del pacto democrático» un pacto que se fundó el 10 de diciembre de 1983 en Plaza de Mayo con el apoyo a Raúl Alfonsín, elegido presidente para el mandato 1983-1989.
Aquel pacto fue producto de lo sucedido durante el gobienro de la dictadura cívico militar: «horrorizados por la tragedia de la dictadura reclamaban un país diferente» y que acordaron en quel pacto que quedaba «erradicado y prohibido quitarle la vida al que no pensaba igual«.
«Hay que volver a renovar ese pacto. Cuando escucho y dicen ‘hay que acabar con el peronismo o con el kirchnerismo…’ Por favor… si con ganar me alcanza, ¿por qué tenemos que llegar al exterminio del otro?«, preguntó Fernández de Kirchner.
Discutir el acuerdo con el FMI
El primero de los ejes propuestos fue rediscutir el acuerdo con el FMI porque, dijo, «si no logramos que sea dejado de lado y nos permita elaborar un programa propio de crecimiento, industrialización e innovación tecnológica va a ser imposible pagarlo, por más que digan lo que digan«.
La exmandataria señaló que el préstamo de ese organismo al Gobierno de Juntos por el Cambio en 2018 «fue político» y «política tiene que ser la solución«, y citó a Néstor Kirchner cuando «decía que los muertos no pagan la deuda«.
En segundo término, planteó repensar la administración de los recursos naturales, al advertir que el país «no puede seguir atado a una economía primarizada y los precios internacionales aunque llueva o salga el sol«, razón por la que se impone, subrayó un «salto cualitativo, articular lo publico y lo privado«.
«¡Esta es la discusión que necesitamos los argentinos y no las boludeces que escuchamos todos los días por la televisión!«, exclamó.
Sobre la refundación del «pacto democrático«, consideró «necesario» volver a «darle al país un Poder Judicial que se ha evaporado entre las tramoyas de una camarilla indigna para la historia argentina«.
Planteó que la Corte Suprema es un «mamarracho indigno» y que «los argentinos se merecen» un máximo tribunal que «sea llamado como tal sin ponerse colorado; a todos los partidos se los pido«, añadió.
«Casi me pongo el país de sombrero»
En una nota de autocrítica, la exmandataria recordó que en 2008, a poco de asumir su primer mandato, «casi me pongo el país de sombrero» por «otro genio de la economía«, en referencia al entonces ministro de Economía Martín Lousteau, quien impulsó las retenciones a las exportaciones agropecuarias que motivaron la crisis por la Resolución 125.
Por otro lado, al convocar a la «alianza» entre lo público y lo privado, citó el caso de recursos como el litio en las provincias del norte y expuso: «Que vengan a explotarlos. No digo que los autos eléctricos los hagan acá, pero por lo menos, hermano, una parte de la batería o la batería háganla acá, si se la están llevando toda«.
Al hacer referencia, aunque sin nombrarlo, al saliente gobernador jujeño, Gerardo Morales, la vicepresidenta habló de los dirigentes a los que, si bien «respeta» porque fueron elegidos en las urnas, «se ponen contentos porque en Bolivia y Chile sacaron legislaciones que cuidan el litio«.
«Se piensan que entonces van a venir acá«, dijo sobre las inversiones extranjeras en ese sector, y añadió: «¡Qué vocación de colonia! Ponete en la cabeza ser Malasia, Corea, pero no Potosí, por favor«. Desde la plaza, la militancia cantaba la histórica consigna peronista «¡Patria sí, / colonia no!».
FUENTE: Télam