La Justicia en Argentina atraviesa una profunda crisis y un capítulo aberrante lo constituye el femicidio de Lucía Pérez Montero sucedido el 8 de octubre de 2016 cuando tenía 16 años. El primer juicio concluyó con un fallo machista y misógino que absolvió a los acusados Matías Farías, Juan Pablo Offidani y Alejandro Maciel. Gracias a la implacable lucha de su familia y diversos actores sociales se logró la anulación del primer juicio, lo que llevó a que este martes 7 de febrero comience un nuevo proceso que juzgue a los acusados.
La familia de Lucia hace 2308 días que pide justicia y realizaron diversas acciones tendientes a darle visibilidad pública al caso como la muestra “El cuarto de Lucía” que recrea la habitación de la adolescente, así como la participación junto a otras familias sobrevivientes en diversas acciones de reclamo. El camino que ha recorrido esta familia no ha sido fácil, y si el caso ha ganado estado público no fue gracias a la colaboración de los grandes medios hegemónicos de comunicación.
El primer juicio solo condenó a dos acusados solamente por el delito de “tenencia y comercialización de estupefacientes, agravado por su venta a una menor de edad y en jurisdicción de una escuela”. El bochorno fue tal que dos de los magistrados ahora enfrentarán un juicio político, y el Tribunal de Casación Penal anuló el veredicto y ordenó un nuevo juicio.
El nuevo juicio está a cargo del Tribunal Oral Criminal 2 de la ciudad de Mar del Plata, donde sucedió el hecho, y está encabezado por los jueces Gustavo Fissore, Alexis Simaz y Roberto Falcone.
El comienzo del juicio fue acompañado por una multitud. Según consignó Radio La Azotea, “las inmediaciones estaban rodeadas de organizaciones sociales, políticas, y un fuerte acompañamiento desde el Gobierno Provincial que había armado estructuras con información, diferentes recurseros, y difusión de políticas destinadas a la protección y el acompañamiento de las personas vulneradas por motivos de género”.
La familia de Lucía hicieron declaraciones a ese medio de comunicación:
En las puertas de los tribunales hubo un escenario armado que acompañó la espera en la que participaron otras familias, como las de Natalia Melmann, de Gisela Basaldúa, de Laura Iglesias, de Luna Ortíz, familiares de El Repunte, y el hermano de Santiago Maldonado, Sergio Maldonado.
La ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires Estela Díaz asistió a la primera audiencia. EN diálogo con la prensa sostuvo: “Es muy duro para la familia tener que volver siete años atrás al momento del femicidio” afirmó Estela Díaz. “El sufrimiento y la revictimización se repiten cuando no se hace justicia y no se respeta la Ley. En esta primera audiencia no hubo perspectiva de género, no se ajustaron a derecho, pusieron el centro en la víctima y no en los hechos que efectivamente ocurrieron”.
Tras la primera jornada de declaraciones, Marta Montero señaló: “Lo que hace el poder judicial con las víctimas es terrible. Nos faltan el respeto, nos dan una sala chica, no dejan entrar a quienes vienen a acompañarnos. ¿Privatizaron la justicia? No lo vamos a permitir. Es una lucha que tenemos que dar entre todos, para que no avasallen nuestros derechos. Esto debe cambiar. Este es el ‘Nunca más’ de nuestras hijas, de nuestras mujeres“.