La relación de los videojuegos con el bienestar de los niños es un tema recurrente que en este caso fue motivo de una investigación que realizó UNICEF Innocenti y producida en colaboración con la Universidad de Sheffield, la Universidad de Nueva York, la City University de Nueva York y la Universidad Tecnológica de Queensland. Si bien el informe está en inglés, es fácilmente accesible y vale la pena para entender que los videojuegos pueden ser el acceso para promover e incentivar el bienestar de los niños, dejando atrás prejuicios que plantean un conflicto con su salud o educación.
La investigación, explica UNICEF, busca comprender cómo los juegos digitales pueden contribuir al bienestar de los niños mediante el estudio científico de cientos de niños en seis países durante muchas semanas. Durante ese tiempo se probaron algunos juegos digitales populares que no requieren grandes exigencias tecnológicas ni de consumo de internet.
En el estudio se atendió las voces de los niños consultándoles y teniendo en cuenta no sus derechos, sino su bienestar. Este es el segundo informe elaborado como parte del proyecto RITEC. El primer informe, elaborado en 2022, exploró la pregunta: ¿qué significa el bienestar para los niños en la era digital?
Aquel primer estudio sirve de base a este nuevo, señalando que «los derechos son fundamentalmente principios que explican cómo los niños deberían o no ser tratados, cuando el bienestar (objetivo o subjetico) es un estado individual que describe cómo un niño estaría experimentando la vida«.
La respueta a la pregunta de este título el estudio la encontró afirmativa. Los videojuegos, explica «pueden permitir que los niños experimenten una sensación de control, tengan libertad de elección, experimenten dominio y sentimientos de logro. Los juegos digitales pueden ayudar a los niños a experimentar y regular las emociones y ayudarlos a sentirse conectados con los demás y a gestionar esas conexiones sociales. Los niños pueden imaginar diferentes posibilidades, actuar según ideas originales, crear cosas y explorar, construir y expresar facetas de ellos mismos y de los demás«.
«Pero«, señala el estudio, «para apoyar a los niños y contribuir a su bienestar, los juegos deben diseñarse pensando en su bienestar«. Esto también pone el acento en las posibilidades de confluir tanto la educación como el diseño de juegos que es una industria que cada vez se expande más desde hace décadas.
Algunos datos de la investigación
La invetsigación aclaró que los videojuegos en algunos casos fueron elegidos por los niños y en otros fueron ofrecidos, dependiendo del contexto en el que se desarrolló la investigación. Según determinaron «su influencia es diferente para cada niño«.
Además explicaron que «los juegos digitales ayudaron a satisfacer necesidades importantes que de otro modo no serían satisfechas en sus vidas«.
Participantes: «255 niños de entre ocho y 12 años en Estados Unidos, Chile y Sudáfrica jugaron juegos digitales en tabletas durante un programa extraescolar que duró entre seis y 12 semanas«.
Además, «se realizaron 240 visitas domiciliarias a 50 niños de entre seis y 12 años y a sus familias en Australia, Chipre, Sudáfrica y el Reino Unido durante un período de 14 meses«.
Una de las conclusiones es que «Los juegos diseñados para apoyar la autonomía de los niños deben centrarse en características que les permitan sentir que tienen el control y tomar decisiones, explorar y resolver problemas con diferentes soluciones y tomar decisiones sobre cómo, cuándo y qué construyen y crean«.