En su discurso en la inauguración del Microestadio “Presidente Néstor Kirchner” en Argentina, Cristina Kirchner reflexionó sobre la historia económica de Argentina y la importancia de los planes de estabilización económica, sin dejar de hablar sobre la actual coyuntura y lanzar algunas consignas para su propia fuerza política. Criticó las privatizaciones pasadas de activos estatales y la falta de regulación de servicios esenciales, principalmente de la energía.
Enfatizó la importancia de una discusión seria y la gestión de recursos para mejorar estas áreas y reconstruir el movimiento nacional. Kirchner también compartió sus experiencias durante la presidencia de su esposo Néstor Kirchner y los desafíos que enfrentaron, incluido el alto desempleo y la inestabilidad económica. Instó al actual presidente a abordar estos temas y regular la economía para garantizar la armonía social.
Como este acto fue para recordar los 21 años de las elecciones que le dieron a Néstor Kirchner la posibilidad de gobernar el país, recordó que aquel país que estaba en medio de una crisis, sin embargo tenía déficit cero, pero estaba envuelto en el desprestigio total de la política y a la vez todos los servicios y otros resortes claves de la economía se encontraban privatizados.
Recordó que en la actual circunstancia y en otras oportunidad se llega a un punto donde “se acabaron los dólares y había que garpar, entonces se cae la Argentina”.
El actual gobierno asumió con toda la legitimidad, pero eso no se esta convalidando con los resultados, dijo CFK: “te puede haber votado el 60 por de los votos pero si después cuando sos gobierno la gente se caga de hambre, pierde el trabajo, aumenta la desocupación, no puede llegar a fin de mes, ¿de qué sirve?”.
Entonces realizó una comparación con el gobierno de la década de los 90 cuando Carlos Menem como presidente privatizó y endeudó el país. A diferencia de aquel gobierno y del de Alfonsín (que precedió a Menem), dijo que el actual “No tiene plan de estabilización”.
Entre otras cosas, resaltó que “por primera vez el trabajo registrado con trabajadores pobres. Nunca había pasado y es feo y es malo, pero peor que no te alcance el sueldo es no tener salario a fin de mes. Este es el gran drama que se va a avecinar y que el presidente debe comprender. El presidente tiene que comprender que debe dar un golpe de timón a esta política”.
CFK dijo que el gobierno de Milei puede considerarse anarcocapitalista, o también anarcocolonialista, y que esto quedó claro en el último discurso: “nos preanuncia una economía de carácter extractivista, o sea llevarse todos los recursos naturales sin valor agregado sin tecnología, sin industrialización, o sea precapitalista, porque me hace acordar a la Argentina del virreinato del Río de la Plata donde se llevaban todas las riquezas y no te quedaba nada”.
La expresidenta también se refirió a la situación de su fuerza política, especialmente de la elección de Alberto Fernández como candidato, que después se convirtió en presidente de los argentinos. El gobierno de Fernández no fue satisfactorio y dejó una difícil experiencia sobre la que hoy hay desacuerdos: “nos hacemos cargo de todo con las buenas y con las malas y armamos lo que armamos, bueno. ¡Y por qué la gente nos eligió en aquel 2019? Muy simple porque se acordaba de cómo habían estado hasta el 2015”.
“Me hago cargo también de todo como he hecho en la vida” dijo y agregó que “siempre voy de frente, eh, no soy de las que tiran la piedra y esconden la mano”. Lo que pareció una referencia a las críticas que se producen hacia el interior de la fuerza política. Y reiteró “nos votaron porque querían volver a tener calidad de vida, una vida organizada”.
De esta manera consideró que el contexto de hoy promueve la reflexión en torno a algunos puntos: “una cosa que también es buena, aunque parezca un contrasendito, es que esto que hoy estamos viviendo también nos obliga a replantearnos y a repensar muchas cosas”. Entre ellas se detuvo en la energía un tema de “tremenda y dramática actualidad” cuando “uno escucha por televisión que las tarifas que están llegando a las casas, clubes” y que se dice que “la política de subsidios sería la responsable”.
Aunque consideró que “no es hora de reproche, es hora de reflexión y de análisis” dijo que “hay mucho burro suelto, y unos cuantos vivos” que buscan aprovecharse de quienes se muestran ignorantes en algunos puntos.
“Hay algo que tendríamos que replantearnos es porqué no pudimos revertir en aquellos años el marco regulatorio en materia energética”, es decir la forma en que se adminsitraba el sistema de producción y distribución de energía.
Otra vez dirigió la mirada hacia el interior del peronismo y señaló que “los dirigentes tienen que estar preparados, no podemos más ir a un canal de televisión a putear a otro compañero”. Esta vez pareció dirigirse a los episodios de críticas internas.
“Cuando vayan a un canal de televisión o a la radio vayan a hablar de estas cosas que son las que le interesan a la gente”, propuso.